Podemos decir que gracias a la cadena de bloques distribuida entre todos los nodos de una Blockchain y a la irreversibilidad de las operaciones y el cifrado extremo toda Blockchain tiene un grado alto de seguridad lo que nos lleva a definir que si existieran vulnerabilidades son el resultado de la implementación de las plataformas que se vinculan al desarrollo del código fuente de programación de los protocolos o a querer simplificar demasiado los mecanismos de validación.
La vulnerabilidad se acentúan con la multiplicidad de lenguajes de programación, a menudo los desarrolladores son sometidos a constante presión de acortar los tiempos de entrega y esto sumado a la poca interoperabilidad con frecuencia limita la seguridad de los protocolos.
Los nodos de la red se especializan en validar la transacción y escribirla cifrada en el bloque, encadenándolo al hash del anterior una vez completado, antes de que un nuevo bloque pueda ser agregado a la cadena, su autenticidad ha de ser verificada por un proceso de validación por consenso.
El mecanismo de consenso asegura que todas las copias del libro distribuido comparten el mismo estado y una vez validada la transacción, los nodos actualizan la base de datos distribuida mediante la agregación de la transacción al bloque de transacciones en curso; cuando este bloque alcanza un número dado de transacciones validadas, los “mineros” proceden a sellarlo e incorporarlo a la cadena.
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